El racismo a nivel continental (además de esa larga cadena suya de desprecios que determinó la sumisión social y política de los pueblos indios americanos durante cinco siglos) está afectado por un desdén, que llega a la negación total, del pensamiento indio a nivel filosófico, legal, analítico, teológico, metafísico si se quiere. Pero como bien sabemos, una cosa es negar a los indígenas y su matriz civilizatoria, y otra que no existan.