En 1996, cultivada en territorios campesinos y originarios del mundo, nos llega a los pueblos formalmente y de manos de la Vía Campesina Internacional, la propuesta de la Soberanía Alimentaria que resetea en clave popular y de justicia toda la discusión sobre el hambre en el mundo. Hoy, más de 1.500 millones de personas sufren desnutrición y malnutrición a manos de un sistema agroalimentario dominante modelado por el poder corporativo; pero también en resistencia, los sistemas de base campesina, agroecológicos, en articulaciones autónomas o público-comunitarias, a partir de alianzas campo-ciudad, consolidaron una diversidad enorme de experiencias de distintas escalas y características, anclados en las lógicas de distintas culturas y en territorios de cada continente, que demuestran que todo puede ser distinto. En este camino de construcción y disputa, la formulación de soberanía Alimentaria adquiere volumen y polifonía.
Sobre la potencia política de esta herramienta de base campesina, conversamos con Karin Nansen, coordinadora de REDES – Amigos de la Tierra Uruguay.