Ha llegado el momento de actuar, no podemos esperar más. La agricultura mundial está en quiebra. Hasta hace unos años este era un discurso que poca gente compartía, entre otras cosas porque se analizaba desde la distancia. Por primera vez en la historia de la humanidad nos encontramos con una crisis globalizada, el aumento del precio de los alimentos nos afecta a todas y todos y los análisis coinciden: la agricultura capitalista intensiva, corporativista, dependiente del petróleo y agroexportadora lleva a la pobreza al mundo rural del que definitivamente dependemos todos. Por si esto fuera poco, sabemos que la agricultura industrial contribuye hoy con más de 1/3 de las emisiones globales de gases invernadero, en especial metano y óxidos nitrosos, cuando el cambio climático más que amenaza ya es una realidad.