Ricos o pobres, mujeres u hombres, hoy por hoy, todas y todos necesitamos comer. Hasta la fecha el hambre ha diferenciado entre clases y género. Los ricos comen, los pobres a veces. Los hombres tienen el acceso a los medios de producción de alimentos, las mujeres cargan con la responsabilidad de proveer y cocinar los alimentos destinados al consumo de las unidades familiares. Pero ahora la máxima expresión del capitalismo, la agricultura industrial (cuyo único objetivo es la acumulación de más capital, no más alimentos como nos quieren hacer creer) nos igualará, a la baja, pero nos igualará. A todas y todos