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- Ilustración: G. Keppl

"En el presente ensayo se realizará una recorrida por el concepto de la Soberanía Alimentaría y la economía feminista como alternativa al mercado capitalista de producción. Se intentará caracterizar la división sexual del trabajo en vistas de aportar a la desnaturalización de la mujer en determinados espacios. Y concluiremos con ejemplos sobre las resistencias femeninas en las luchas por la tierra. La visibilización de la mujer como actora social en la resistencia por la soberanía alimentaría será clave en la identificación de las nuevas formas de sentispensares".

El rol de las mujeres en la Soberanía Alimentaria

Suplemento Ojarasca N° 286 | La pandemia de la aceleración

"Los países latinoamericanos tienen la asquerosa costumbre de asesinar a dirigentes indígenas, defensores de los derechos humanos y el medio ambiente, opositores a megaproyectos y al narcotráfico. Ahora la pandemia pone en crisis la continuidad de conocimientos, memorias, claves de existencia y resistencia, mitos pulidos a lo largo de los años y los siglos como piedras preciosas de la tradición oral y la historia colectiva. En México, tojolabales, purhépechas, nahuas, nu savi han perdido voces pilares. Como el resto de las sociedades nacionales, desde luego, la pandemia no distingue clases ni diferencias genéticas. Pero en muchos pueblos y tribus del continente, las pérdidas son especialmente irreparables".

Suplemento Ojarasca N° 286 | La pandemia de la aceleración

No derogar la Resolución del Veneno además de inadmisible es inmoral

El 2 de febrero pasado un grupo muy importante de organizaciones de comunidades fumigadas con agrotóxicos de la provincia de Buenos Aires, enviaron una carta al Gobernador Axel Kicillof y al titular de Ministerio de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, donde desgranaron la situación que atraviesan comunidades y territorios respecto a la creciente exposición a los venenos del agro, y enumeraron una serie de reclamos concretos.

No derogar la Resolución del Veneno además de inadmisible es inmoral

- Foto tomada del sitio web COECOCeiba.

El protocolo de Nagoya (PN) dice buscar el acceso justo y equitativo a los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos. Hacia el final de 2010, el PN fue adoptado para implementar parte del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas. Sin embargo, una gran mayoría de comunidades indígenas y campesinas desconocen su contenido y alcance, mientras organizaciones ecologistas y agrícolas se oponen a sus planteamientos.

Protocolo de Nagoya. Una vez más quieren ratificarlo sin consulta

Cincuenta años ¿no son nada?

"En los últimos cincuenta años, lo que aumenta claramente son dos cifras, la cantidad de tierra agrícola dedicada a la producción de combustibles en detrimento de comestibles y la cantidad de tierra dedicada a la producción de piensos para animales estabulados. Y, poco más o menos, este es el resumen de todos los informes que la ciencia de la agricultura está produciendo en los últimos cincuenta años. Me pregunto entonces, ¿por qué desde hace cincuenta años la ciencia de la agricultura sigue apoyando la industrialización y la modernidad que provoca este apocalipsis?"

Cincuenta años ¿no son nada?

- Imagen de portada US Today.

"La pandemia, como acontecimiento global, ha sido una bofetada que quebró el efecto narcotizador de la vieja “normalidad” y nos permitió no sólo ver con más claridad que las cosas estaban realmente mal, sino también que son varios los ámbitos de la vida socio-ecológica que se nos muestran cada vez más inviables para la vida humana y de otras especies. Es cierto que con la pandemia diversos procesos, patrones y rutas de acumulación globales de capital han sido trastocados o han entrado ya en una fase de agotamiento, lo cual sacude de manera determinante al sistema capitalista. Pero una debacle económica global luce pequeña ante la situación límite, de muy alto riesgo ambiental a la que hemos llegado a escala planetaria. Por eso ya no se puede tapar el sol con un dedo".

Pandemia, recesión y crisis ambiental: ¿hacia una nueva reestructuración capitalista “verde”?

El legado de la pandemia

Nadie olvidará el 2020. Nunca antes tantos saludos de cambio de año fueron a propósito de terminar, dejar atrás, salir de ese año como de la peste, literalmente. Excepto varias de las más grandes empresas farmacéuticas, los titanes tecnológicos y unas cuantas trasnacionales más que aprovecharon el desastre para cosechar ganancias en volúmenes que la mayoría de la gente no podemos ni imaginar. Basadas, además, en enormes subsidios públicos y en no pagar impuestos, especialmente las plataformas digitales.

El legado de la pandemia

Hopelchén, territorio maya que enfrenta a las trasnacionales de las semillas con organización comunitaria

Hopelchén, Campeche. En una cocina maya se toman decisiones. Los hombres trabajan en la siembra y cosecha de maíz y las mujeres seleccionan las semillas, cuál sirve y cuál no, pues de ahí dependen futuras siembras o la fuente más pura de sabor. Aquí, al mismo tiempo, se deciden la salud, las relaciones y se resuelven los conflictos alrededor del fogón en el que se cuece el fruto de la milpa. “La cocina es como un río donde confluyen diferentes arroyos. El centro es el fogón con las tres piedras que sostienen el mundo y que se mantiene como espacio sagrado y medicinal”, dice Álvaro Mena, originario de Hopelchén, que en maya significa “Lugar de los cinco pozos”.

Hopelchén, territorio maya que enfrenta a las trasnacionales de las semillas con organización comunitaria

-  Integrantes de la comunidad de Goi, Environmental Rights Action y Amigos de la Tierra Internacional en Ogoniland. ©Amelia Collins/Amigos de la Tierra Internacional.

“Las víctimas de la contaminación ambiental, el acaparamiento de tierras o la explotación ahora tienen más probabilidades de ganar batallas judiciales contra las empresas involucradas”, anunció Donald Pols, director de Amigos de la Tierra Países Bajos, respecto de la victoria obtenida en la demanda judicial interpuesta hace 13 años contra Shell por los devastadores impactos provocados en el Delta del Níger.

Tribunal de Países Bajos ordena a Shell a indemnizar a agricultores nigerianos por daños provocados por derrames de petróleo

Sólo se conserva lo que se cría

"¿Quién define lo que es una plaga, o una especie invasora, o una maleza? En la razón natural no caben esos términos y no porque no se reconozcan los desequilibrios y disrupciones en los órdenes que la naturaleza va estableciendo y acomodando, sino porque también forman parte del sistema de la vida. Es la razón iluminada, ajena a la interacción compleja de todo con todo, la que se ocupa de esos temas".

Sólo se conserva lo que se cría

- Fotos de David Toro.

“La soberanía alimentaria comprende la interrelación entre varios elementos, como la producción, las semillas, tierra, aire, agua, biodiversidad e incluso la cosmovisión que va muy ligada a la siembra en base a calendarios lunares. Pero en Guatemala por el modelo económico del país no hay cabida para hablar de soberanía alimentaria, la industria de alimentos se impone con el control del mercado y también tiene influencia en la legislación, una visión empresarial sobre el tema de alimentos para lucrar y no como un derecho humano, propio e inalienable”, indica David Paredes, facilitador de incidencia de la Red Nacional por la Soberanía Alimentaria (Red SAG).

Volver al sistema milpa en épocas de la agroindustria

Referentes de la defensa de las escuelas rurales de los agrotóxicos: Estela al medio, y a cada costado Mariela Leiva y Ana Zabaloy – Concepción del Uruguay, octubre 2017

En las últimas semanas la discusión sobre la presencialidad de las clases en pandemia acapara buena parte del debate público. Los riesgos que entraña para la salud de la comunidad educativa, de estudiantes, docentes y no docentes y sus familias, delimita las posibilidades de su instrumentalización, y su forma concreta dependerá mucho de la presión que ejerza cada sector social y político, como con cada tema durante este largo año pandémico. Tanta preocupación mediatizada por la salud y el aula, contrasta con la situación de miles de escuelas rurales que son forzadas (desde hace años!) a convivir con los agrotóxicos que el modelo productivo dominante libera al ambiente en buena parte del territorio nacional, vulnerando derechos esenciales ante la vista de todos los poderes del Estado, y gestiones de todo tipo y color. 

“Decirme a mí que tengo razón, es decirle al pueblo argentino que los agroquímicos enferman” – Estela Lemes