PRIMERA PARTE
"Publiqué este texto hace casi 18 años, en diciembre de 2002, en la revista Rebeldía número 2, buscando que se reconociera la enorme pertinencia de mirar el mundo desde la milpa campesina, la milpa indígena, porque ahí se apersonaban todos y cada uno de los pisos sucesivos, de las capas acumuladas de ataques y normativas que acometen caciques locales, vecinos jodidos, jefes políticos, autoridades agrarias locales o funcionarios municipales, pasando por las diversas redes de corporaciones, dependencias gubernamentales, de economía y oportunidad, ecología, desarrollo, salud, participación política, educación y cuanta vaina se imagina uno. Desde milenios atrás hay un ataque sistemático contra quienes en libertad se han dedicado a cultivar su relación la naturaleza, con la tierra. Contra quienes, desde su labor de siembra y reconocimiento de ciclos, puede entender el mundo como casi nadie".