Las nuevas tecnologías a menudo tienen gran potencial y prometen mucho, pero también deben ser evaluadas adecuadamente para asegurar que son seguras, al igual que ambientalmente y socialmente sustentables. La ingeniería genética y los organismos genéticamente modificados son ejemplos en los que, a pesar de promesas y expectativas de beneficios, perduran las preocupaciones sobre riesgos potenciales a la salud humana y el ambiente. Además, hay muchas cuestiones socioeconómicas que deben ser consideradas, particularmente en países en vías de desarrollo.