Según el discurso oficial sobre las armas químicas y biológicas, si llega a darse una guerra con tales armamentos, Estados Unidos será la víctima y no el agresor. Sin embargo, la guerra química ya es una realidad y Estados Unidos es el agresor. Como parte de la famosa "guerra contra las drogas", se están aplicando yerbicidas tóxicos de origen estadounidense sobre suelo colombiano para erradicar cultivos de marihuana y coca.