La privatización del agua está tomando auge en América Latina. A pesar de reveses y derrotas que han sufrido en lugares como Puerto Rico, Bolivia y Uruguay, las transnacionales del agua se disponen a apropiarse de los recursos hídricos de la región- ríos, acuíferos, pozos y sistemas de acueductos-, empleando en su hábil discurso los conceptos de "descentralización", "participación de la sociedad civil" y "desarrollo sustentable". Como veremos, la privatización de este recurso está estrechamente relacionada con la compraventa de "servicios ambientales", los mecanismos "flexibles" de mercado del Protocolo de Kyoto, los megaproyectos del Plan Puebla Panamá e IIRSA y la agenda hemisférica de libre comercio