Con profundo dolor, pena y hasta rabia, las organizaciones que nos reconocemos en la Alianza Biodiversidad (organizaciones que trabajamos por la soberanía alimentaria y los derechos de los pueblos desde Paraguay, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Honduras y México) constatamos la sordera y la ceguera, la enorme insensibilidad que muestra el Estado ecuatoriano al decidir ir a fondo con la represión hacia la gente que protesta contra las medidas que pretende imponer.