Salud

Se trata de una actividad simbólica de enjuiciamiento público que, celebrada en la vera del río Paraná, dirigió sus dichos contra los principales generadores de contaminación y destrucción de los ecosistemas locales, en la previa de la Marcha Plurinacional de los Barbijos.

Defendemos otro tipo de sociedad, libre de todo tipo de explotación, inclusiva y en armonía con la naturaleza, donde se rescate lo humano de las relaciones de producción y nos permita tener una vida digna y saludable tanto a las generaciones presentes como a las futuras.

Durante la pandemia originada por el SARS-CoV-2, las mujeres indígenas fueron actores sociales esenciales para contender con esta nueva enfermedad, pues mediante los cuidados, la alimentación nutritiva, la medicina tradicional, los rituales, ellas dieron cohesión y contención a sus comunidades, además de generar redes de apoyo y solidaridad.

En el marco del Día Mundial del Ambiente, el próximo domingo de 10 a 14.30 horas, en Bulevar Oroño y el río, se hará la Segunda Marcha Plurinacional de los Barbijos bajo la consigna "¡La salud no se negocia!" con el fin de visibilizar, concientizar y sumar voluntades a las asambleas socioambientales, de campesinos, pueblos originarios y productores agroecológicos de toda la provincia y el país, quienes denunciarán la utilización de agrotóxicos en los procesos de producción de alimentos, las consecuencias negativas del modelo transgénico y reivindicarán del derecho a la salud por sobre la necesidad de acumular riqueza.

Desde Homún, Yucatán, México, pueblo maya que ha logrado la suspensión de operaciones de una mega fábrica de 49 mil cerdos, comunidades indígenas y campesinas en resistencia, defensoras y defensores de derechos humanos, ambientalistas, personas expertas y de la academia de Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos y México suscribimos esta Declaración en donde exigimos el cese de la expansión de las mega fábricas de cerdos en el continente.

Invitamos a la Marcha Plurinacional de los Barbijos a desarrollarse el domingo 5 de junio, Día Mundial del Ambiente, en la Ciudad de Rosario, Argentina.

Una serie de estudios científicos publicados recientemente muestran nuevos impactos nocivos en la salud humana, animal y vegetal del glifosato y otros agroquímicos usados en la producción agrícola y alimentaria. Además de las graves consecuencias ya conocidas por exposición directa a estos agrotóxicos, varias investigaciones se enfocan en el efecto de los residuos que quedan luego de su aplicación en cultivos. Por ejemplo, la presencia de glifosato en el cuerpo humano debido a la ingestión de residuos en alimentos y agua y también los efectos de residuos del agroquímico que permanecen en los suelos. Uno de los impactos del glifosato que se muestran es la muerte de microbios benéficos dentro de los organismos y el desequilibrio que esto ocasiona en los sistemas digestivo e inmunológico de seres humanos, animales e insectos. Otro aspecto muy preocupante es que genera consecuencias negativas intergeneracionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) inauguró este martes en la India el que será su primer centro global de medicina tradicional, un proyecto que busca el desarrollo tecnológico de este milenario campo medicinal para formular nuevos tratamientos naturales para la mejora de la salud.