Basta de Venenos: queremos nuestro cuerpo libre de agrotóxicos
Los agrotóxicos están en el aire que respiramos, en el agua que bebemos, en los alimentos que comemos. ¿Cómo no van a estar en nuestros cuerpos? Nuestro cuerpo es nuestro territorio y lo queremos libre de agrotóxicos. Otro modelo es posible.
Desde 1996, en la Argentina tenemos un modelo agroindustrial basado en cultivos transgénicos dependientes de agrotóxicos. Estos son insumos que se utilizan a gran escala como parte de un paquete tecnológico. El más usado es el herbicida glifosato.
Hay venenos en las frutas y hortalizas, lácteos y productos ultra procesados que consumimos. Un relevamiento de Senasa Argentina en 2019 encontró 80 agrotóxicos en frutas y verduras, de los cuales 49% son cancerígenos y 47% no se encuentran autorizados en la Unión Europea. También se detectaron agrotóxicos en algodón, gasas, tampones, toallitas y pañales. A esto se suma la contaminación generada por las fábricas, los derrames en el transporte, almacenamiento y descarte de estas sustancias.
Los agrotóxicos están en el aire que respiramos, en el agua que bebemos, en los alimentos que comemos. ¿Cómo no van a estar en nuestros cuerpos?
Desde el 09 de junio se está llevando a cabo la campaña #BastaDeMitos. Te invitamos a acceder a sus redes sociales para participar de la campaña y difundirlo para decir: ¡Nuestro cuerpo es nuestro territorio y lo queremos libre de agrotóxicos. Otro modelo es posible!
MITO 9 | "LA SIEMBRA DIRECTA EN CONJUNTO CON LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS ES UN MODELO DE PRODUCCIÓN SUSTENTABLE"
La agricultura industrial con transgénicos conlleva cambios en el uso del suelo que producen desmontes, inundaciones, sequías, incendios, desplazamientos de poblaciones, acaparamiento de la tierra y pérdida de la biodiversidad.
El actual modelo del agronegocio se basa en un paquete que incluye semillas transgénicas, agrotóxicos y siembra directa. Este modelo promueve el monocultivo, principalmente soja, pero también maíz y algodón, para la producción de commodities destinados a la exportación.
No hay buenas prácticas posibles en el marco de un modelo ecocida basado en este paquete tecnológico, cuya única lógica es la de la maximización del beneficio económico de las corporaciones y los grandes productores.
¡Sumate a la campaña Basta de Venenos!
Fuente: Basta de Venenos