De acuerdo al informe país redactado en el libro América Latina: La transgénesis de un continente, la soja transgénica en nuestro país fue autorizada para su producción, importación y consumo (humana y animal), el 2 de octubre de 1996 por Resolución de la Dirección de Servicios de Protección Agrícola, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.