Niños de 4 o 5 años trabajando como recolectores de huevos de gallina, familias enteras cercadas por una alambrada eléctrica, jornadas laborales de sol a sol sin franco ni reconocimiento legal. A estos graves hechos, por los que es denunciada la empresa Nuestra Huella, se suma una serie de complicidades dentro de los entes estatales de control y del sindicato de los trabajadores rurales (UATRE).