Corrientes, Neuquén, Entre Ríos y Córdoba tuvieron y tienen miles de hectáreas arrasadas por el fuego. Como en Chubut y Río Negro, hay patrones comunes: monocultivos de árboles, presión empresaria para hacerse de las tierras y un cuestionado accionar gubernamental. También, en todas las provincias, se repite la organización comunitaria para apagar los incendios y asistir a los afectos.