En el año 2003 Syngenta, una de las más importante corporaciones del agronegocio, publicó un aviso publicitario en el cual denominaba “República Unida de la Soja” a gran parte de Paraguay y territorios de Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay. A veinte años de ello, se constata que ese anuncio revelaba la intencionalidad de las corporaciones; lo que no hicieron público y siguen negando, son las consecuencias del agronegocio. Este informe, desde su primera edición en el año 2015, pone el énfasis precisamente en ellas. La particularidad de esta edición es que muchos de los artículos analizan los avances del modelo durante el gobierno de Mario Abdo Benítez (2018-2023) del Partido Colorado, continuador de las mismas políticas de avance del agronegocio impulsadas por Horacio Cartes. Los dos primeros artículos hacen referencia a tierra, evidenciando la nula gestión a favor del campesinado durante los últimos cinco años y –tomando en cuenta los datos del Censo del año 2022–, el avance territorial continuo de rubros del agronegocio en más de 110 mil hectáreas en solo 5 años, avance que se dio principalmente en el Chaco paraguayo. La mayor dependencia de la importación de semillas, es otro indicador de este avance. Es importante destacar que el mismo se da con la absoluta irresponsabilidad del gobierno en la aprobación de transgénicos en el país, como lo fue con el Trigo HB4. Además, en la medida que avanza territorialmente y se diversifica con otros rubros, aumenta la importación de agrotóxicos y la peligrosidad de los mismos, particularmente del glufosinato de amonio. Concomitantemente avanzan los monocultivos forestales para la producción de pasta de celulosa, así como la ganadería –no solo bovina– deforestando bosques y destruyendo campos naturales.