Tierra, territorio y bienes comunes

Esta es nuestra tierra: por qué rechazar la privatización de la tierra consuetudinaria

El Oakland Institute lanza Esta es nuestra tierra: por qué rechazar la privatización de la tierra consuetudinaria, un recurso educativo que desmiente mitos utilizados para privatizar la tierra en todo el mundo, al tiempo que proporciona hechos sobre cómo los sistemas de tenencia consuetudinarios son fundamentales para proteger los medios de vida y garantizar el desarrollo sostenible para las personas y el planeta.

Esta es nuestra tierra: por qué rechazar la privatización de la tierra consuetudinaria

- Indígenas recibiendo orientación médica a través de un celular, en medio de la pandemia del covid-19, en la comunidad sahu-ape, Amazonas (Brasil).  Foto: RICARDO OLIVEIRA. AFP

En su misión por estimular las economías azotadas por la pandemia, los gobiernos de Brasil, Colombia, la República Democrática del Congo, Indonesia y Perú han dejado de lado salvaguardas sociales y ambientales en favor de proyectos de desarrollo que están causando daño a comunidades indígenas y los bosques que cuidan, según un informe publicado hoy por Forest Peoples Programme.

Las políticas ambientales que se han debilitado en pandemia

 Foto: Candy López Sotomayor

El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW) denuncia la intención oculta de que se realice una categorización de la Zona de Reserva Santiago Comaina (ZRSC) que podría derivar en una expropiación de la cordillera Kampankias, territorio ancestral del pueblo Wampis.

Nación Wampis alerta que intentarían expropiarle cordillera Kampankias

Instalación de la Mesa de concertación entre campesinado y habitantes de Parques Nacionales Naturales y Gobierno colombiano. Créditos: Coordosac (Coordinadora de Organizaciones Sociales del Caquetá).

"Para el caso colombiano, la lucha contra la deforestación no debe atender solamente, las presiones sobre las selvas derivadas de la ampliación de infraestructura vial, actividades mineras y de hidrocarburos, construcción de hidroeléctricas, ganadería extensiva, agroindustria -monocultivos de palma principalmente, y de manera reciente, aguacate en tierras altas -y en menor medida cultivos de coca, entre otras causas directas de deforestación; sino abordar las subyacentes como el acaparamiento de tierras, el hecho de que la tierra en Colombia ha sido botín de guerra y fuente de poder político, y, en general revisar distintas políticas públicas que parecen fomentar la deforestación, y la inequidad en el acceso y uso de la tierra".

Tomarse en serio la deforestación requiere una Reforma Rural urgente

- Foto: Eduardo Franco Berton.

El año 2020, cuando la pandemia paralizó al mundo, Bolivia exportó más de 14 millones de kilos de carne de res a China, Perú, Ecuador y a la República del Congo. Las ganancias de la venta de este inmenso cargamento de carne benefició a unas pocas manos ganaderas que percibieron un ingreso superior a los 60 millones de dólares. Este despegue en las exportaciones coincidió, además, con dos temporadas de incendios forestales que arrasaron con más de 10 millones de hectáreas en Bolivia. Una emergencia que estuvo asociada a una serie de decretos supremos que promovía, precisamente, la ampliación de las fronteras agrícolas y ganaderas en las regiones de Santa Cruz y el Beni —las más afectadas por el fuego— y las quemas controladas.

Ganadería en Bolivia: se amplía la exportación, se reducen los bosques

Más de 2 millones de ha de bosque primario se perdieron en 2020

Durante el 2020 en los 9 países amazónicos hubo más de 2 millones de hectáreas de pérdida de bosque primario. Los países con la mayor pérdida de bosque primario en el 2020 son en orden de mayor a menor: Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador.

Más de 2 millones de ha de bosque primario se perdieron en 2020

Foto: OIA

Cercadas y sin alimento. Así se encuentran unas 231 familias indígenas del municipio de Cáceres, en el departamento de Antioquia, Colombia. Según la Organización Indígena de Antioquia (OIA), las comunidades se encuentran confinadas debido a los enfrentamientos que se reporta en la zona entre grupos armados ilegales. Estos grupos les han prohibido salir para pescar o recoger los alimentos que cultivan, por lo que piden la intervención urgente de las autoridades colombianas.

231 familias indígenas cercadas por grupos ilegales

- Foto de Ueslei Marcelino / Reuters.

Varios lectores de mi artículo del lunes pasado, observaron que al referirme a la tragedia que causó el fuego en Australia, África, Rusia y Estados Unidos, no cité los miles de incendios que asolaron la Amazonia. Tienen razón. Desde finales de julio el pulmón verde del mundo registró más de 72 mil, de tal magnitud que algunos estados de Brasil declararon emergencia. Fueron 83 por ciento más que los de 2018. El humo de los siniestros oscureció la ciudad de Sao Paulo. 

El sueño de Bolsonaro: destruir la Amazonia