Salud

A clases sin veneno

Primeras semanas de clases; expectativas, ansias de aprender y jugar no es lo único que se respira en las escuelas. Suena el timbre y no solo los gurises y docentes entramos al aula, sino también los venenos con los que se fumiga en buena parte del país donde el agronegocio predomina. “Seño —dicen—, hay olor a veneno”. Los agrotóxicos son una amenaza constante para las comunidades de escuelas rurales y periurbanas. Hace tiempo, distintas organizaciones denuncian que el modelo productivo agrobiotecnológico está poniendo en peligro la salud de las personas y del ambiente.

A clases sin veneno

Epidemia de neoliberalismo

Hace siglos pudimos aprender la importancia de los entornos sociales y naturales donde los virus se arraigan y multiplican, porque convivimos con ellos y no siempre nos amenazan. La peste negra debió enseñarnos que virus prexistentes se multiplican y dispersan cuando se crean las condiciones apropiadas. En nuestro caso, esas condiciones las creó el neoliberalismo.

Epidemia de neoliberalismo

Coronavirus, agronegocios y alimentación

Durante la jornada de ayer la Organización Mundial de la Salud ha declarado al COVID-19 como una pandemia, advirtiendo que la propagación de la enfermedad puede aún causar mucho daño y extenderse rápidamente a más territorios. Aunque se presenten como cuestiones en apariencia desconectadas unas de otras, podría existir una relación estrecha entre las últimas epidemias, como la gripe aviar o la gripe porcina y el agronegocio. Además la escasa producción de alimentos saludables a causa del acaparamiento de tierras para el agronegocio implica una enorme dificultad para mantener una alimentación adecuada que permita adquirir las defensas suficientes para hacer frente a enfermedades.

Coronavirus, agronegocios y alimentación

Las lecciones que puede dar el coronavirus a la especie humana

Contemplamos a un diminuto virus desde lo alto del antropocentrismo, de Occidente, del neoliberalismo y de la globalización; pero tal vez podamos aprender algo de él.

Las lecciones que puede dar el coronavirus a la especie humana

El cambio climático es más mortal que el coronavirus

La epidemia mortal de dengue que azota a Colombia, Brasil, México y Nicaragua; la pérdida de hasta el 70% de cultivos en el Corredor Seco de Centroamérica; las inundaciones en Argentina, Uruguay; los incendios en Brasil, Bolivia y Venezuela; y los huracanes de fuerza sin precedentes en el Caribe, son solo algunas de las demostraciones de la fuerza del cambio climático. En 2019, se alcanzó un nivel récord en el nivel del mar y en olas de calor con consecuencias trágicas para la biodiversidad.

El cambio climático es más mortal que el coronavirus

Peste Porcina Africana: Un futuro cultivado en granjas industriales, una pandemia a la vez

Una oleada de brotes de peste porcina africana ha causado estragos en la producción global de cerdos durante los últimos diez años, con un efecto dominó en toda la industria de la carne. Por fortuna, esta enfermedad del ganado no es una amenaza directa para la salud humana. Pero un cuarto del plantel porcino a nivel global puede ya haber sido eliminado con costos económicos que alcanzan fácilmente los cientos de millones de dólares. 

Peste Porcina Africana: Un futuro cultivado en granjas industriales, una pandemia a la vez

Por GRAIN
El relato oficial del coronavirus oculta una crisis sistémica

"Pero si el problema de salud pública no es necesariamente tan extremadamente alarmante como se presenta en los medios, ¿por qué entonces se trata a esta epidemia como una cuestión que merece una atención casi exclusiva y con un seguimiento a tiempo real? El COVID-19 no es sólo un problema de salud global, sino también un problema con otras caras interconectadas de tipo económico, ecológico y social. Estas lo convierten, de hecho, en un problema sistémico y político sobre el que conviene reflexionar".

El relato oficial del coronavirus oculta una crisis sistémica

- Foto por LaVaca.org

Entrevista a Maritsa Puma de la UTT - Han pasado 109 años desde aquel incendio en una fábrica de camisas de Nueva York donde 146 trabajadoras textiles fueron calcinadas por exigir derechos laborales básicos. Es larga, extenuante y dolorosa la historia de los movimientos de mujeres trabajadoras y feministas que, poco a poco, fueron conquistando los derechos que hoy tenemos. Pero aún así, en el año 2020, y con tanto por conseguir, la invisibilización de la fuerza de trabajo femenina es lo que sostiene a este sistema desigual, excluyente, extractivista y patriarcal. Las trabajadoras de la tierra cargan con el peso inmenso de esta deuda social, cultural y económica. Producen el alimento para el mundo pero ni una pequeña parte de la superficie del planeta para trabajar el suelo les pertenece. El agronegocio y la industria farmacéutica se han apropiado de los saberes ancestrales para patentarlos en laboratorios y "potenciarlos" con químicos que aportan satisfacción, productividad y alivio inmediatos, pero que a largo plazo van dejando tierras y cuerpos arrasados y dependientes.

Plantas para la revolución: Mujeres sanando el mundo