Es el nuevo experimento de Monsanto. Cuando las leyes, los gobiernos o los grupos sociales se opongan a la introducción de semillas genéticamente modificadas, hay que producir agricultores cerebralmente modificados (acm). Ellos presionarán, argumentarán, incluso chantajearán para que los transgénicos se siembren en todo nuestro país. No es ficción, la trasnacional ha desencadenado una estrategia múltiple de cabildeo, seducción, lavado de cerebro, por decir lo menos, entre diversas organizaciones y productores agropecuarios mexicanos