Nada mejor escogió el gobierno de Peña Nieto para celebrar el centenario de la toma de Zacatecas que precipitar la aprobación de las leyes secundarias en materia energética. Seguramente le gustan los contrastes: conmemora el centenario del triunfo de las expresiones más populares y agrarias de la Revolución, como fueron las de Villa y Zapata, precarizando –si no es que prácticamente anulando– el derecho de los campesinos, las comunidades indias y los pequeños agricultores a la tierra.