"Reviste inmensa importancia devolver su valor a las lenguas y las costumbres, los conocimientos ancestrales y los aprendizajes de lo moderno desde la experiencia indígena, comunitaria, migrante, desarraigada, reivindicada. Los hijos de los pueblos originarios están más escarmentados de los daños al territorio, el ambiente y la convivencia social de lo que muestran estarlo las clases medias urbanas, por ejemplo".