Cuando se observa lo acontecido con la distancia que da el tiempo y con los atributos que uno entonces les puede adjudicar a tales acontecimientos, todo resulta fácil, por lo menos mucho más fácil que cuando uno se encuentra inmerso en los acontecimientos, presentes, actuantes. Argentina se encuentra, por ejemplo, en un proceso de monoculturización relativa -pero monoculturización al fin- y quienes vivimos inmersos en él y en la vida cotidiana no percibimos en general tales rasgos