Como se ha informado masivamente, Bayer, recién compradora de la firma estadounidense Monsanto, ha recibido un fuerte revés. Solo un par de días después que un tribunal de San Francisco ordenara a Monsanto pagar 290 millones de dólares a un encargado de mantenimiento de un establecimiento educativo que argumentó que contrajo cáncer por culpa de su producto estrella, el glifosato, las acciones de Bayer retrocedieron un 10,8% y la corporación perdió más de 11.000 millones de euros de su capitalización.