El abacá o cáñamo de Manila es considerado una de las fibras del futuro. Ecuador es el segundo productor mundial de esa materia prima, después de Filipinas, y solo en 2018 exportó hacia Estados Unidos, Europa y Asia 7.233 toneladas del producto, por un valor de 17,2 millones de dólares. Pero en los campos de la empresa Furukawa, en la costa ecuatoriana, hombres, mujeres y niños producen abacá en condiciones precarias. 105 trabajadores y extrabajadores rechazan la violación de sus derechos laborales y básicos. El gerente de la empresa se defiende.