Para que existan naciones enriquecidas, necesariamente, otras deben ser explotadas, saqueadas, usadas, consumidas. Así lo sostienen las teorías poscoloniales y transnacionales. Este es el caso de los territorios y pueblos situados en el llamado Sur Global. Territorios que funcionan como “enclaves coloniales” -como explicaba Berta Cáceres. Dispositivos imperiales al servicio del saqueo de los bienes comunes y la explotación de la fuerza de trabajo. Pueblos que tienen diferentes historias y procesos pero que cuentan con los mismos entramados de opresión y raíces coloniales. En palabras de Francia Marquez, el arraigo de las comunidades afro con sus territorios en Abya Yala es, también, una forma de mantener conexión con su territorio ancestral, con “Mamá África”.