"María de Jesús nunca habla en nombre propio, sino de los pueblos que la eligieron como su vocera. No usa el yo, sino el nosotros. En las reuniones no pide que voten por ella, llama a organizarse. No dice luchen ustedes, sino luchemos todos. No pide que la apoyen, la ayuden o la sigan: invita a pensar juntos en el México que se quiere, a empezar a caminar juntos y no detenerse, a organizarse y luchar en común."