Si analizamos la información que nos llega , ya desde las empresas transnacionales, las demandas de los productores , aún desde el Ministerio de Agricultura y el de Ciencia y Tecnología pareciera que estamos condenados a continuar investigando, liberando al medio y adoptando “nuevos” cultivos transgénicos resistentes a “viejos” herbicidas a fin de “combatir” a las “malezas”. Imaginamos que las plantas silvestres, avanzan caprichosamente, compitiendo con los cultivos por agua, nutrientes y energía solar, no nos detenemos a analizar que son las mismas estrategias y prácticas agrícolas puestas en juego las que determinan que las plantas silvestres expandan su superficie de acción, se tornen resistentes a las dosis “normales” de los herbicidas y aún, compitan mejor con los cultivos.