En México, centro de origen del maíz, no se debe permitir la siembra de cultivos transgénicos, porque las empresas trasnacionales han dejado en claro que el desarrollo de biotecnología no tiene como fin producir alimentos, sino comercializar carbohidratos y biomasa que les generan millonarias ganancias en agrocombustibles, forrajes y fármacos, entre otros productos, advirtió Pat Mooney, director ejecutivo del Grupo ETC