Llueve esta mañana aquí, en Montevideo, en el sur del sur. Llueve fuerte, cerrado y gris. Sin embargo, resulta imposible despojarse de las sensaciones que dejaron en nosotros las vivencias de hace apenas unos días, cuando nos sofocábamos en el polvo de la carretera Transamazónica, en el estado brasileño de Pará, a unos 600 kilómetros al sur de su capital, Belem do Pará