Brasil: ¡Viva el "Grito da Terra" 2006!
Entre el 16 y el 18 de mayo la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG) realizó en Brasilia el "Grito da Terra" 2006, dándole un marco de lucha y compromiso a las negociaciones que todos los años se mantienen con el Poder Ejecutivo en esta época. Alberto Broch, vicepresidente y encargado de Relaciones Internacionales de la CONTAG, y miembro del Comité Latinoamericano de la UITA, hizo un primer balance de los resultados para el SIREL
Con Alberto Broch, de la CONTAG.
-¿Qué resultados primarios podrías destacar del Grito de la Tierra 2006?
-Ayer fuimos recibidos por el Presidente de la República, Lula, y cuatro ministros, junto a una representación de 40 delegados del Grito de la Tierra de todo el país. Estaba el ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rosetto, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, y altas jerarquías ministeriales de Hacienda y de la Seguridad Social. Mientras esto ocurría, frente al Palacio Presidencial se concentraron más de 4.000 personas desde las 14 horas hasta el fin de la audiencia, a las 21 horas.
-¿Qué ocurrió en esa audiencia?
-Hay algunos anuncios presidenciales interesantes. Voy a mencionar ahora sólo los más importantes. En el ámbito del Ministerio de Trabajo lo central es que se implementará un grupo de estudio para ver cómo se incluirá a los trabajadores rurales en el seguro de desempleo, ya que la gran mayoría de ellos aún no tienen este beneficio básico. Con respecto a la seguridad social, el gobierno se comprometió a que si el Congreso nacional no vota el proyecto –que ha sido ingresado hace tiempo– antes del 15 de junio, el Ejecutivo lo retirará y decretará una medida provisoria que tiene efecto inmediato. En ese proyecto de ley aún no votado hay varios puntos esenciales para los trabajadores agrícolas que serían contemplados por esta otra vía.
Detrás del Grito de la Tierra hay mucho trabajo, mucha lucha, hay compañeras y compañeros que han viajado más de 6 mil kilómetros para estar aquí en Brasilia, con casi 15 días viajando.
-¿Hubo alguna acción por la reforma agraria?
-El presidente Lula firmó delante nuestro cinco decretos de desapropiación de tierras y se comprometió a cumplir el Plan Nacional de Reforma Agraria para el cual hay que asignar recursos suplementarios. En relación con el Ministerio de Justicia, se analizó la campaña nacional e internacional que estamos implementando la CONTAG y la UITA contra la violencia en el campo, y señalamos la necesidad de una acción inmediata sobre este tema en todo el país. Lula se comprometió con varias iniciativas dirigidas a cohibir la violencia en el campo.
Por otra parte, se negoció la liberación de 10.000 millones de reales para la próxima zafra de agricultura familiar 2006-2007. Lo más interesante en esto es que se aprobó una ampliación de las normas del Programa Nacional de Agricultura Familiar (PRONAF), ya que las franjas que estaban estipuladas hasta ahora producían ciertos desajustes que tornaban esta normativa muy confusa e injusta para algunos agricultores. Esto quedó subsanado. Asimismo, otro resultado muy positivo es que se comprometieron 112 millones de reales para la asistencia técnica.
-¿Qué pasó con respecto al endeudamiento agrícola?
-Mientras se desarrollaba el Grito de la Tierra, más de 20 mil agricultores del sur de Brasil tenían varias rutas cortadas con el fin de llamar la atención sobre sus dificultades para hacer frente a sus deudas, en virtud del derrumbe de los precios de los productos agrícolas. El Presidente habilitó una negociación con el Ministerio de Hacienda, donde estamos en este momento, para ver la posibilidad de implementar un bonus que mejore los precios y así los agricultores puedan pagar los financiamientos. Este es un punto central de nuestra agenda que aún está siendo trabajado.
-¿Cuál es tu evaluación general de este Grito de la Tierra?
-Es muy positiva, con algunos aspectos que avanzaron de manera significativa, y otros que seguirán siendo negociados con los diversos Ministerios. También creemos que ha sido muy positivo porque detrás del Grito de la Tierra hay mucho trabajo, mucha lucha, hay compañeras y compañeros que han viajado más de 6 mil kilómetros para estar aquí en Brasilia, con casi 15 días viajando. Tuvimos momentos de mucha tensión, como el de ayer por la mañana cuando colocamos bolsas de maíz, porotos y mandioca a la entrada del Ministerio de Hacienda, pero finalmente los resultados los consideramos positivos y el balance final lo haremos cuando se resuelvan los puntos que aún continúan siendo negociados como, además del mencionado relativo al endeudamiento, otro muy importante como es establecer una política de precios agrícolas que asegure una renta sustentable para los pequeños productores.
-¿Hubo compromisos sobre la lucha contra la violencia en el campo?
-Creo que hubo una gran sensibilización sobre este punto. Se acordó redactar en conjunto un proyecto de ley que regule los deberes y derechos de los ocupantes de tierra, ya que muchos de los episodios de violencia ocurren cuando los ocupantes son desalojados de las tierras que invadieron. Asimismo, el Presidente dio instrucciones concretas para que se instituya una mesa permanente de diálogo con el gobierno para definir e instrumentar acciones contra la violencia en el campo. Valoramos esto como una puerta abierta que utilizaremos de forma permanente.
Carlos Amorín
© Rel-UITA
19 de mayo de 2006
SIREL # 1255
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