Entrevista a Maritsa Puma de la UTT - Han pasado 109 años desde aquel incendio en una fábrica de camisas de Nueva York donde 146 trabajadoras textiles fueron calcinadas por exigir derechos laborales básicos. Es larga, extenuante y dolorosa la historia de los movimientos de mujeres trabajadoras y feministas que, poco a poco, fueron conquistando los derechos que hoy tenemos. Pero aún así, en el año 2020, y con tanto por conseguir, la invisibilización de la fuerza de trabajo femenina es lo que sostiene a este sistema desigual, excluyente, extractivista y patriarcal. Las trabajadoras de la tierra cargan con el peso inmenso de esta deuda social, cultural y económica. Producen el alimento para el mundo pero ni una pequeña parte de la superficie del planeta para trabajar el suelo les pertenece. El agronegocio y la industria farmacéutica se han apropiado de los saberes ancestrales para patentarlos en laboratorios y "potenciarlos" con químicos que aportan satisfacción, productividad y alivio inmediatos, pero que a largo plazo van dejando tierras y cuerpos arrasados y dependientes.