La producción agraria, particularmente la de cereales, es constituyente vital del imaginario argentino. Desde el siglo XIX se espacializa un territorio de bordes dibujado por incontables tensiones y con un rico linaje cultural, inserto en una historia de desencuentros, en medio de los vientos de los ferrocarriles en expansión, significado en la pampa agigantada y en los puertos ultramarinos agitados como colmenas