Tras tres años de negociaciones, a duras penas los españoles empiezan a ser conscientes de esta realidad donde se están poniendo en juego sus derechos y salvaguardas sociales. No escribo este artículo para desvelar los contenidos del TTIP y el CETA, sino para contestar a las preguntas de aquellos que ya los conocen, cuando se cuestionan dónde están los Derechos Humanos en todo este asunto y cómo es posible que estos acuerdos sean legales.