Hoy, en un rincón de Colombia, en un resguardo indígena creado para la Convivencia, el Diálogo y la Paz, en el corazón indígena del Cauca, se escucharon unas palabras solemnes, perdurables, serenas y hermosas. Es que no eran palabras, sino pasos que venían de siempre y que seguirán resonando en las almas de los silenciados y excluidos, hasta cuando se hagan verdad y vida. Durante 22 minutos, se recogieron siglos de dignidad y resistencia.