Tamara Pearson

Una protesta en Puebla, México, por los 43 estudiantes que, según sus padres, fueron desaparecidos forzadamente por criminales organizados y fuerzas de seguridad.

Un estado de miedo constante se vuelve normal cuando se vive a lado del crimen organizado, sostiene Hortensia Telésforo, activista de la comunidad indígena de San Gregorio Atlapulco, en la Ciudad de México. “Y esa es una forma de morir lentamente”, dijo, señalando que el cuidado social, colectivo y comunitario es uno de los diversos antídotos contra ese miedo.

Cómo detener a los cárteles y crimen organizado de México —sin etiquetas de terrorismo