Silvia Ribeiro

Sistema alimentario mundial

Naciones Unidas declaró 2014 año de la agricultura familiar, por las contribuciones fundamentales para la alimentación mundial de campesinas, campesinos, indígenas, pastores, pescadores artesanales, reconociendo que son quienes alimentan a la mayoría de la población global y que urge apoyarlos. Como macabra celebración del año, en México avanzan desde las autoridades, los ataques legales para minar las formas de producción y comunidad campesinas e indígenas, para privatizar sus tierras y terminar con sus semillas.

México: acoso al campo

Transgénicos

"Para las empresas, la contaminación es un negocio porque pueden llevar a juicio a las víctimas acusándolas de 'uso de sus genes patentados'. Sabían que la contaminación ocurriría y vieron cómo hacer de esto un negocio. Los daños de los transgénicos son vastos y aunque nos quieren dar la imagen de que es imparable, no es verdad, están en pocos países. Hay que detener la fuente de contaminación y destrucción de la biodiversidad que constituye este gran experimento transgénico a favor de las empresas, contra la gente y la naturaleza."

Contaminación transgénica: Daños colaterales

Transgénicos

Con esa frase nos recuerda Ramón Vera Herrera, de GRAIN y Ojarasca, la mirada desde la vida campesina, donde el entramado de relaciones de comunidades, mujeres, hombres, niños, maíz y mucho más que crece en la milpa, nos permite ver el horizonte con más claridad. Los senderos de la defensa del maíz y contra la invasión de los transgénicos son una afirmación contundente de ello.

Desde la milpa se ve el mundo

Transgénicos

“Una tecnología no sale de la nada; las tecnologías salen de un contexto social. Y si bien es verdad que en algunos casos pueden ser buenas o pueden ser malas, según cómo se usen, en muchos casos no, en muchos casos son tecnologías que se desarrollan para ciertos intereses que ya existen, que son los de la clase dominante y de los poderosos… En general cualquier tecnología, en un contexto de injusticia social, va a exacerbar la injusticia social.”

De la revolución verde a las nuevas tecnologías - Silvia Ribeiro

Soberanía alimentaria

Las campesinas y campesinos del mundo no solamente alimentan a la mayoría de la población. Además lo hacen con menos de un cuarto de toda la tierra agrícola del planeta. Si se retiran de la estadística mundial a China e India, el promedio global es que proveen el alimento de más de 70 por ciento de la población mundial, con sólo 17 por ciento de la tierra.

A desalambrar

Nuevas tecnologías

El tiempo que la biología sintética –una forma extrema y mucho más riesgosa de manipular los códigos genéticos, ensamblando genes artificiales– empieza a lanzar productos al mercado, sus inversionistas, que incluyen a seis de las 10 mayores trasnacionales petroleras, seis de las mayores de agronegocios, seis de las mayores químicas y las siete mayores farmacéuticas, se movilizan para impedir que Naciones Unidas estipule alguna forma de supervisión independiente o control público, tratando de que el público no se entere de qué es la biología sintética y qué implica.

Frankenstein recargado: biología sintética

Transgénicos

En abril de 2014 se encontraron por primera vez residuos de glifosato –el agrotóxico más usado del mundo– en la leche materna de madres en Estados Unidos. Se suma a otros impactos comprobados, causados por los grandes volúmenes de agrotóxicos que conllevan los cultivos transgénicos, entre ellos: mayores niveles de residuos en alimentos y en agua potable, aumento de cáncer y otras dolencias en poblaciones aledañas al cultivo, residuos de agrotóxicos en leche materna, orina y sangre en Argentina y Brasil, residuos de glifosato en agua potable y orina de habitantes de varias ciudades en Europa.

Hasta en la leche

Semillas

El 17 de abril de 1996, en Eldorado dos Carajás, Amazonia, mil 500 campesinos sin tierra que protestaban pacíficamente por sus derechos fueron violentamente reprimidos por la Policía Militar de Pará, Brasil. Por mano policial, a favor de latifundistas y financiado por la minera Vale –la tercera mayor del mundo– fueron asesinadas 19 personas, tres más murieron posteriormente y 69 fueron heridas, con secuelas hasta hoy día. Sólo dos comandantes fueron condenados, el resto sigue impune, incluidos los autores intelectuales.

La hora de las semillas