En la Sierra de Ancasti, Catamarca, los ríos se secan, las vertientes desaparecen y la sequía avanza sin tregua. Mientras las comunidades luchan por preservar su acceso al agua, los testimonios de vecinas y vecinos señalan una realidad alarmante: la manipulación climática. Desde hace años, aviones sobrevuelan la región en medio de tormentas, y las lluvias, que antes renovaban el ciclo de la vida, se desvanecen. Entre el cambio climático, el extractivismo y la intervención sobre el clima, el agua se convierte en un bien cada vez más escaso. ¿Hasta cuándo podrán resistir los territorios ante este saqueo silencioso?