El acuerdo con el Mercosur presenta una batería de amenazas para el modelo alimentario campesino. La entrada al mercado comunitario europeo de productos agrícolas y ganaderos obtenidos en unas condiciones de seguridad mucho más laxas y precios bajos, pone en peligro al modelo agrícola familiar frente al modelo latifundista, tiene graves consecuencias sobre las/os consumidoras/es europeas/os, agravará el cambio climático y concentrará las materias primas en manos de menos empresas -más fuertes y poderosas, lo cual supone un riesgo para la seguridad alimentaria. Así mismo, el campesinado pasará a ser un mero operador de los proveedores de insumos y los compradores de la producción, en manos de los grandes fondos de inversión. Sin embargo, no se suelen analizar las implicaciones de estos Tratados de Libre Comercio (TLC) en el contexto de esta segunda ola de biotecnología aplicada a la agricultura y ganadería, ni sus consecuencias sobre la privatización y acaparamiento de los recursos genéticos para la alimentación.