La "cultura" dominante foránea, hizo que los auténticos dueños de sus tierras, especialmente a los indígenas quechuas, sean despojados; muchos de ellos pasaron a ocupar las laderas andinas, terrenos rústicos pobres de baja fertilidad y proclive a la alta erosión de los suelos, mientras que los invasores pasaron a apropiarse de las mejores tierras