Para la teoría de la guerra de baja intensidad todo es relativo. En los manuales llamados de contrainsurgencia, en realidad manuales de terrorismo de Estado, todo es entreverado y la idea del garrote y la zanahoria, como se le concebía en las fábulas antiguas, se quedó corta. Hoy la guerra es un programa de desarrollo: es decir, el fundamento para actuar en una población e intentar controlarla desde el Estado, en beneficio de los intereses de las corporaciones que son clientes o socias de éste.