En marzo de 2014, el incendio de un pozo de la empresa YSur dejó al descubierto la peligrosa convivencia con el sector hidrocarburífero en Allen, lugar poblado en la zona de mayor producción de frutas del Alto Valle. El inédito avance de la extracción gasífera en los últimos seis años ha dejado una estela de contaminación e impactos. Primeramente bajo responsabilidad de la norteamericana Apache, es hoy continuada por la subsidiaria de YPF antes mencionada.