El mito griego cuenta que Sísifo fue condenado por Zeus a subir una montaña cargando una gran piedra, que, poco antes de llegar a la cima, caía al pié de la cuesta, por lo que el ascenso debía repetirse perpetuamente. Como en ese mito, la explotación de Vaca Muerta se impone sobre los hombros populares, y cuando el objetivo anhelado por el Gobierno (aumento de extracción, exportación, etc.) parece empezar a concretarse, el proceso vuelve a cero, y hay que soportar nuevamente la subida.