Los desmontes, principal causa de las últimas dos grandes catástrofes “naturales” desatadas en 2007 y enero de este año, continúan nutriendo la voracidad de empresarios espurios. La ley contra la tala de árboles que fue demorada en el Congreso durante un año para su sanción, y un año más para que la presidenta la promulgue, es papel lavable en la localidad salteña