“Es un tsunami que cayó del cielo”. Así calificó el gobernador José De la Sota la tormenta que azotó a Punilla, Sierras Chicas, Jesús María, en la provincia de Córdoba el pasado 15 de febrero. Sin embargo 7 muertos, personas aún desaparecidas, cientos de refugiados, miles de hogares destruidos, nos ponen frente a una realidad en la que no se pueden pasar por alto las responsabilidades políticas.