El TTIP sirve para apuntalar el modelo económico que está destruyendo la vida en el planeta, dando prioridad a las energías más contaminantes y abriendo la puerta al fracking. Como afirma Noam Chomsky, “la humanidad está en una carrera hacia su propia destrucción: se subsidia a las industrias letales, se incentiva la extracción de la última gota de petróleo aunque la evidencia científica dice que debemos dejar esos combustibles fósiles donde están”.