"Quien hubiera imaginado que ese gobierno terminara luego persiguiendo, judicializando, criminalizando y reprimiendo a los defensores de los Derechos de la Naturaleza. Más todavía, un gobierno que ejerce el poder en nombre de una supuesta “revolución ciudadana” acusando de terroristas a “simples” campesina/os, cafetalera/os, agricultora/es, criadores de vacas, de frutas, de ríos y de bosques, simplemente porque quieren seguir manteniendo y cuidando sus sistemas de vida, la salud y vitalidad de sus territorios; simplemente porque no quieren saber nada con una minería que no tiene nada que ver con ellos, con sus modos de producir y habitar sus montañas: porque la tecnología es extraña, como extraños son los motivos y los fines de la explotación..."