Gustavo Duch Guillot

El progreso nos comerá

"En Taiwán, que sufre una de sus peores sequías de los últimos cincuenta años, han tenido que decidir entre dedicar el agua para el riego de sus cultivos básicos, como el arroz, o emplearla en la industria de semiconductores. —Y no hay color —han dicho los dirigentes, y se ha suspendido el riego de 74.000 hectáreas de tierra agrícola para abastecer a estas empresas de la tecnología que consumen unas 60.000 toneladas de agua al día".

El progreso nos comerá

Armas de contaminación masiva

"Frente a la conflictividad ambiental que irá a más (por la escasez de recursos, por el número de refugiados y refugiadas climáticas, por el aumento de la pobreza en muchas sociedades…) enjaularnos en nuestras fronteras rodeados de ejércitos que nos protegen, además de mostrar una falta de ética y de compasión inaceptable es también un factor agravante de la propia crisis climática. Y el círculo vicioso está servido".

Armas de contaminación masiva

Digitalización total

La georreferenciación en países como Brasil contribuye a la privatización de las tierras comunales y la expansión de monocultivos. El almacenamiento digital de los datos agrícolas está en manos de grandes compañías tecnológicas.

Digitalización total

Renovables, ¿no, gracias?

En años recientes, y más aún en los últimos meses, la aparición de muchos (y grandes) proyectos de instalación de parques eólicos y solares en el territorio está generando la aparición de muchas protestas e impugnaciones desde el mundo rural. La razón es simple: como en otras muchas ocasiones, estas comunidades sienten cómo se les imponen decisiones sin su participación cuando serán ellas las que sufrirán las afectaciones. Pero, ¿qué otros ángulos debemos incluir en este debate?

Renovables, ¿no, gracias?

Cincuenta años ¿no son nada?

"En los últimos cincuenta años, lo que aumenta claramente son dos cifras, la cantidad de tierra agrícola dedicada a la producción de combustibles en detrimento de comestibles y la cantidad de tierra dedicada a la producción de piensos para animales estabulados. Y, poco más o menos, este es el resumen de todos los informes que la ciencia de la agricultura está produciendo en los últimos cincuenta años. Me pregunto entonces, ¿por qué desde hace cincuenta años la ciencia de la agricultura sigue apoyando la industrialización y la modernidad que provoca este apocalipsis?"

Cincuenta años ¿no son nada?

Pescados no pescados

Del buen informe “Atrapados”, recientemente presentado por la fundación Changing Markets para ayudarnos a entender qué compramos cuando compramos pescado o marisco, comento que: no me ha sorprendido el dato que confirma que más de la mitad de los pescados que consumimos no son pescados, son cosechados, porque son criados en instalaciones acuícolas.

Pescados no pescados

- Mina de cobre de Chuquicamata, en el desierto de Atacama. GODOFREDO PEREIRA (CC BY 2.0)

"En el primero de estos dos artículos ofrecía un paralelismo entre la revolución verde agrícola del siglo pasado y el actual boom de energías renovables. Me faltó añadir otros elementos fundamentales donde, creo, encontrar semejanzas entre una y otra. Escudados en la supuesta necesidad de producir más, nadie dijo entonces que detrás de esa ‘revolución verde agrícola’ habría tantas y tantas víctimas. El concepto de soberanía alimentaria apareció entonces, justamente, como respuesta a esas ‘externalidades’ nunca antes visibilizadas".

¿Otra revolución verde?

Los holobiontes

Nos lo explicó hace unos días el poeta-filósofo Jorge Riechamm, “debemos saber que los seres humanos somos holobiontes”. Es decir, estamos hechos de seres vivos.

Los holobiontes