Con el ritual dedicado al maíz, símbolo de unidad y de alimento de los pueblos de América Latina y El Caribe, mujeres de 22 naciones de la región enlazaron esta mañana sus manos y su corazón pero, sobre todo, levantaron su voz para exigir un alto a la guerra del neoliberalismo que oprime a los pueblos indígenas, principalmente a las mujeres