"La misma lógica de desarrollo, que ha llevado a la escasez de materias primas, conduce a la realización de proyectos técnicamente cada vez más complejos, en lugares más remotos, y con la consecuente peligrosidad aumentada. Cerrar ojos y oídos está a la orden del día para los gobiernos. Y maquillar de verde: pretendiendo que toda iniciativa industrial y extractiva es sostenible, verde o renovable."