La mercantilización de la vida concentra tierras y riqueza, domina procesos locales agrarios reemplazándolos por modelos insostenibles y destructivos, y compromete la soberanía de las naciones, afirmó Jaime, del Movimiento Sin Tierra. “Entendemos que la lucha por la tierra, la lucha por el agua, la lucha por la vida debe ir de la mano con la lucha por un modelo agrario que garantice soberanía en producción alimentaria, así como la soberanía de las naciones